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CARTA DEL PRESIDENTE
Buenos Aires, agosto del 2004
Iniciamos en el año 2000, con el Dr. Julio C. Suárez y su comisión, una panificación tendiente a modificar la estructura de la AANC, que hasta ese momento se había dedicado fundamentalmente a la realización de Congresos y Jornadas. La iniciativa se vio dificultada por la situación económica en la que estaba inmerso el país, de la cual nadie podía sustraerse. A pesar de ello la AANC se ordenó administrativamente, otorgándole un rol protagónico a la actividad académica especialmente en lo relacionado a los Capítulos, cursos, congresos, y los métodos educativos a distancia mediante la Web. A la Revista Argentina de Neurocirugía, que hasta entonces había sido llevada en base al meritorio esfuerzo del Dr. León Turjanski, se la institucionalizan modificándose su estructura, regularidad, contenido, financiación y propagación mediante Internet. No podíamos soslayar los problemas medulares que hubo que enfrentar, como por ejemplo la eclosión de Neurocirujanos, que porfalta de control llegamos inconcebiblemente a sumar de más de mil. Se seguía admitiendo un recurso humano que ala postre tendría serias dificultades para su formación e inserción, por lo cual se convino con los Jefes de Servicio hacer un paréntesis y admitir a los interesados sólo bajo la modalidad de la Residencia que, como es habitual en nuestro país, no todos cumplieron. Hoy estamos en condiciones de acreditar Servicios y Residencias. La formación se realizó hasta el presente bajo diferentes modalidades, pero se tendrá que avanzar con un programa unificad, tendiente a elevar el nivel de la Residencia. Se creó la Carrera de Neurocirujanos Universitario de la AANC, iniciativa que deberá extenderse en el país, con la participación protagónica de los miembros de nuestra Asociación. Asimismo se deberá contemplar la situación de los miembros titulares, para homologarla a la del Neurocirujano Universitario, por el significado curricular que ello representa. Para poder dar cumplimiento a la formación básica del neurocirujano, creamos el laboratorio de neuroanatomía, microcirugía y biología. a los que tendrán acceso los miembros de la AANC. Una actividad que hemos iniciado es el cobro por la AANC para abordar los aspectos económicos que generalmente el neurocirujano es proclive a soslayar. Su falta d iniciativa y protagonismo, que por otra parte es el denominador común en casi todas las especialidades, ha permitido que terceros, totalmente ajenos al quehacer, se apoderen del esfuerzo de la mayoría de los médicos de Argentina. Ninguna Sociedad podrá consolidar su quehacer en la medida que no tenga el contralor de todos los aspectos de su actividad. La etapa que iniciamos necesita ser consolidada por las futuras autoridades, ya que las ideas de cambio sólo pueden perdurar cuando la unidad de concepción y de acción trasciende los tiempos y logre penetrar en la estructura misma de la Asociación.
Fernando Knezevich
Presidente de la Asociación Argentina de Neurocirugía